Novelas en capítulos y cuentos cortos

jueves, 23 de abril de 2015

Camino de Sangre y....Rosas, Capítulo 7 y 8

                                                                                  7

Quiero poseer un rizo de tu pelo
de ese pelo magnífico y luciente
que con tus grandes ojos forma un cielo
soberano, bellísimo, esplendente.
                                                                        ‘’’Un rizo de tu pelo’’, Amado Nervo



Rafael entró silbando en la espaciosa cocina. Clotilde y su hija Jovita se codearon ante la sorpresa. ’’¿Qué le pasa a éste que está tan contento?No sé mama,vaya uno a sabe’?’’Murmuraron entre elllas. Hacía tiempo que el joven parecía embargado por una inmensa tristeza y ahora, de repente, verlo tan animado les llamó la atención.
Rafael se acercó al fogón para probar el contenido de la olla.El aroma que despedía era por demás apetecible
_¿Qué estás cocinando Clota?Estoy famélico.
__¿Qué está qué mocito?
_Que tengo mucho hambre, Clota. Hambre,¿entendés?
_Aaaa...Un estofado y una sopa de arroz.
_Excelente.Espero que hayas preparado mi postre preferido.
_La mazamorra está casi lista.Me tardé en hacerla porque Juancho,el lechero,llegó más tarde que de costumbre
_Muy bien,muy bien.
Y así como vino se fue silbando un ‘’cielito’’ y dejando boquiabiertas a las dos negras.
Esa mañana, después de muchos rodeos, consiguió que Cuitiño le diera los datos que necesitaba sobre la familia del hada de sus sueños.
‘’Lourdes, bello nombre para mi sol’’, Rafael estaba extasiado.
Se enteró que don Alonso Aguirrezabala,abuelo de Lourdes,había mantenido una relación de negocios con Rosas y su socio,por aquella época,Terrero en la zona de Quilmes. En ese entonces ellos se dedicaban al acopio de frutos y a la salazón de pescado y carne con grandes resultados.Más tarde les vendió unos campos sobre el Salado,donde organizaron la estancia ‘’Los Cerrillos’’.Su padrino estaba al tanto porque en esa época era alcalde de Quilmes y en consecuencia,estaba interiorizado de todos los emprendimientos que se realizaban en su distrito.
Cuitiño le confió que el pobre de don Alonso recibió un duro golpe al quedar en estado de buena esperanza su única hija sin estar casada.El y su mujer, doña Mercedes Escalante fueron la comidilla de la sociedad porteña durante mucho tiempo.La joven murió en el parto y don Alonso la siguió un par de días después.
Doña Mercedes se hizo cargo de la niña que nació en el Convento de las Catalinas.Ahora vivían solas en la casona de la Santísima  Trinidad con unos cuantos sirvientes.Según Cuitiño,Rosas sentía afecto por ellas y las respetaba en memoria de don Alonso que lo había ayudado financieramente en sus comienzos al independizarse de sus padres.
Rafael quedó satisfecho con lo que averiguó.El próximo paso era provocar un encuentro.y ese encuentro no se hizo esperar.
Se la topó en la Recova.Iba acompañada por una negrita simpática y diligente que se pegaba a Lourdes como si fuera su sombra.
Lourdes caminaba distraída, tratando de recordar que colores de hilos le había encargado su abuela sin prestar atención a la cháchara de Lola.
Rafael hacía su recorrida habitual de media mañana por las plazas del Fuerte y de la Victoria.
L
a divisó de lejos y apuró su paso.

Cuando Lourdes lo reconoció era tarde para cambiar de dirección y no tuvo más remedio que seguir adelante.Al encontrarse, Rafael la saludó quitándose el sombrero y ella apenas esbozó una tímida sonrisa. Lola se quedó rezagada observándolos.
_El destino está empecinado en que nos encontremos_la voz grave de Rafael parecía acariciarla
El corazón de Lourdes galopaba, las manos le sudaban, las palabras se negaban a salir.¿Qué hacer,qué decir?
_Eso parece_atinó a responder arrebolada.
_Permítame que me presente.Soy Rafael Cuitiño.
_¿Cuitiño?¿El de la Mazorca?_Lourdes quedó alelada.Nunca imaginó que ‘’su mazorquero’’ fuera tan cercano al siniestro jefe de la Mazorca.
_Ese
mismo, es mi padrino_sonrió Rafael.

_Tengo que irme.No puedo hablar con extraños en la vía pública
_Si quisiera obsequiarme con su nombre.....
_Lourdes, me llamo Lourdes Aguirrezabala.
_Mucho gusto señorita Aguirrezabala._intentó tomarle la mano pero ella la escondió entre la falda, Le hizo una extraña reverencia y como un rayo,entró en la primer tienda que vió.
Rafael se la quedó mirando. ’’Ya tendré otra oportunidad y no te me escaparás fácilmente’’.
Pasaron algunos días y una tarde fresca pero soleada, Lourdes caminaba distendida junto a Tina por el Paseo de la Alameda.Lucía un vestido de terciopelo azul oscuro de mangas abuchonadas hasta el codo.Por el ruedo asomaban dos hileras de puntilla de la enagua y el encaje del pantalón blanco de lencería que le llegaba hasta los tobillos´Los chapines eran azules como el vestido.La cabeza la tenía cubierta con una mantilla de seda.
Iban abrazadas, conversando y riéndose, probablemente de alguna ocurrencia de Lourdes.
Así las contempló Rafael. Siguiendo un presentimiento, esa tarde decidió postergar la lectura de su nuevo libro sobre las ideas políticas de Hobbes.La primavera estaba cerca y había que disfrutar del buen tiempo.
Rafael se les acercó y las saludó cortesmente.Lourdes, incómoda, le presentó a Tina.
_Me alegro de volver a verla señorita Aguirrezabala. Es una tarde magnífica,¿no le parece?
Me gustaría hablar a solas un momento con usted, por supuesto bajo la vigilancia de la señora Tina.
_No sé, yo..._Lourdes buscó auxilio en Tina,pero ésta la miró divertida.Lejos de amedrentarse le respondió altanera.
_Tina esperame en la glorieta,el señor y yo damos una vuelta por la orilla del río y volvemos a buscarte.Vamos.
Se tomó del brazo de Rafael y dejaron a Tina con la boca abierta por la bravata.
_Usted dirá_ya no estaba muy segura de la decisión que había tomado.
_Lourdes,¿puedo llamarla así?Desde que la vi en la Iglesia del Pilar no puedo dejar de pensar en usted,no sabía donde buscarla hasta que el día de la procesión la descubrí en la ventana de su casa.Ni se imagina el alivio que me causó encontrarla.
_Yo también me sorprendí al verlo
_Estos pocos minutos que tenemos no me alcanzan para expresarle lo que usted despierta en mí.Durante el día tengo presente su rostro, bello y delicado; su cabello reluciente como un sol y sus ojos...sus ojos me tienen fascinado.Me ha robado el corazón.
Rafael se detuvo y le tomó de las manos.Esta vez ella no se resistió.
_Pero si no nos conocemos,¿cómo puede sentir eso por mí?_Lourdes no entendía que estaba sucediendo porque a ella le ocurría lo mismo.
_No se lo puedo explicar porque ni yo lo entiendo.Lo único que sé es que cuando no la veo me siento perdido; la veo y la deseo.....oh…perdone que sea tan arrebatado, pero necesito abrirle mi corazón
Lourdes estaba desconcertada, nerviosa, ofendida pero a la vez, halagada y feliz.
_Quisiera volver a verla,¿puede ser?
_Pero usted es un mazorquero y yo....
_Usted ¿qué? Acaso su familia no es federal.Mi padrino me contó del vínculo de amistad que existía entre el Gobernador y su abuelo.
_Sí, por supuesto, somos leales a Rosas, pero nunca imaginé que alguien de la Mazorca se interesaría en mí.Corren muchas habladurías acerca de ustedes y no son buenas.
_No tenga miedo.A usted nada le va a pasar. Desde hoy pongo mi vida como protección de la suya, pero, por favor permítame volver a verla.
_Está bien, el próximo domingo aquí mismo y a esta hora.
Rafael exultaba.Como deseaba estrecharla entre sus brazos, devorarla a besos, gustar su aliento, impregnarse de su aroma a jazmines.Ser uno en ella.
Lourdes estaba en una nube cuando se reencontró con Tina.Rafael se despidió de ambas después de besar la mano de Lourdes.El contacto de los labios de él sobre su piel la quemó
Le molestó el interrogatorio de Tina, ella sólo quería recordar cada palabra que empleó Rafael para acariciarle el alma.
Tina se conformó con algunas frases sueltas y luego se mantuvo callada.Le preocupaba la situación por ser él un mazorquero.No desaba que dañaran a su niñita.
Lourdes no le contó a su abuela sobre el encuentro que tuvo en la Alameda.No quería desobedecerla si le impedía encontrarse con ‘’su mazorquero’’.
Las semanas pasaron y las citas,también.El Paseo de la Alameda,la Recova,la plaza de la Victoria,fueron testigos de un sentimiento que crecía y se hacía fuerte.Tina siempre,de lejos,observaba y callaba,aunque muy a su pesar, comenzó a simpatizar con Rafael. Le recordaba a ese hijo que había perdido hacía tantos años....
Una mañana, Lourdes muy preocupada, buscó a su abuela por toda la casa.La halló cerca del aljibe cortando unas hortensias lilas para embellecer la sala de recibo.
_Abuela, se nos acabaron las zanahorias, las cebollas y las papas.Así que se me ocurrió ir hasta las quintas para comprar lo que nos hace falta.¿No se te antoja alguna fruta en especial?Que le parece también unos ricos zapallos para que Tomasa los prepare en almíbar?
_No me gusta que vayas por el Bajo, Lourdes.
_Abuela, si es muy temprano.Además me lleva Domingo  en el coche y Lola me acompaña.
_Está bien, vayan y vuelvan rápido.Me dejas preocupada.
_Gracias abuelita, va a ver que cosas ricas le traigo.
Lourdes subió al coche con Lola pero a poco de iniciar la marcha un mazorquero detuvo los caballos.Domingo se paralizó.
_Domingo, no te asustes.El señor nos va a escoltar. Rafael suba y vos Lola sentate en el pescante junto a tu padre.
_Pero niña....._dudó Lola.
_Nada, nada, hacé lo que te digo y calladita!
Rafael se sentó cerca de ella embriagándose con su perfume.
_Me encanta ir de compras, Lourdes_se rió Rafael ante la nueva ocurrencia de esa mujercita ingeniosa y encantadora_Me parece que es tiempo de que le cuentes a tu abuela sobre lo nuestro.
_Paciencia Rafa, ya lo voy a hacer.La verdad es que tengo miedo.
Rafael la abrazó y la besó intensamente.Que exquisita era!
_¿Cuál es tu temor?Es porque soy el ahijado de Cuitiño?
_Sí, es por eso.Mi familia aborrece a la Mazorca.Es sabido las monstruosidades que cometen y tu padrino es el jefe.
_Mil veces te aseguré que no tengo nada que ver con la Mazorca, yo simplemente ayudo a mi padrino en la parte administrativa de sus bienes personales, casi ni me aparezco por el cuartel.El no quiere involucrarme en sus asuntos y a mí no me interesa.A mi padrino le debo todo, Lourdes., a él y a ‘’mamita Pancha’’ ¿Ya te hablé de ella, no?
_Claro que sí_le sonrió acariciándole la mejilla
_Una tarde te llevo a mi casa para que converses con ella.A pesar de su ignorancia es la persona más sabia y sensata que conozco.
Rafael la miró deseándola.Lentamente posó sus labios en los de ella, carnosos, tentadores.Un aliento cálido y dulce como la miel lo recibió al entrar en su boca.
Lourdes se derritió y se entregó al beso sin inhibiciones.
_Te amo_le declaró Rafael.
_Yo también Rafa, yo también.
En ese instante escucharon el grito de Lola anunciándoles que habían llegado.
Llenaron dos canastas de hortalizas y frutas Luego regresaron felices de haber compartido una jornada en su mundo de sueños y proyectos.
Antes de llegar a casa de Lourdes se despidieron.
_De ésto nada a la abuela ni a Tina
Domingo y Lola aseveraron con la cabeza sin emitir palabra alguna de tan sorprendidos que estaban.
Doña Mercedes la escuchó llegar. Lourdes cruzó el zaguán tarareando una nana francesa que su abuela le cantaba de niña para que se durmiera.Se saludaron cariñosamente y le dio las canastas a Lola para que las llevara a la cocina.
Más tarde, en su habitación, comenzó a buscar la manera de comunicarle a su abuela y a su tío Lorenzo el profundo amor que sentía por un mazorquero. Seguramente la tormenta estallaría, pensó angustiada.


                                                                               8


Te amo con cada frágil aliento
con cada sonrisa y con cada lágrima de mí ser,
y si Dios así lo desea,
tras la muerte te amaré aún más.
                                                          ‘’¿De qué modo te amo?’’Elizabeth Browning
.

                                                                                                                                
_Abuela, me voy a casa de Benita. Me invitó a tomar el té.Me acompaña Lola.
_¿No te habías peleado con Benita Anchorena?
Benita era una de las pocas conocidas de Lourdes. En realidad no tenía amigas. Lourdes era simpática, extrovertida y generosa pero sin cabida en el círculo social porteño. Durante mucho tiempo intentó entablar amistad con las jóvenes de su edad fracasando siempre.No comprendía cual era el motivo del rechazo.Al principio sufrió por la desidia con la que la trataban hasta que decidió que no valía la pena mendigar afecto. Lourdes no las necesitaba, ella tenía un entorno que la adoraba.Suficiente.
_Sí, ya sé que te dije que era una necia y una soberbia.Siempre quiere tener la razón.Pero bueno es la única amiga que tengo.
Doña Mercedes sabía muy bien porque le daban la espalda a su nieta, a pesar de su esfuerzo por cubrir el pecado de su hija con mentiras no logró frenar las lenguas viperinas de algunas damas de su círculo social.Lo milagroso fue que el veneno de las murmuraciones nunca alcanzó a Lourdes. Consuelo la protegía.
Esa tarde Lourdes coqueteó delante del espejo más de lo que acostumbraba.Descartó tres vestidos antes de elegir el verde que tenía puesto.Optó por trenzar su cabello con cintas amarillas y verdes.A regañadientes se colocó un moño punzó,aunque pequeño,a un costado del peinado.Se pellizcó las mejillas para darles color y se perfumó con esencia de jazmín.
_Estás muy linda querida.No te entretengas conversando.Quiero que llegues temprano,¿comprendido?
_Comprendido abuelita, te quiero._con un beso se despidieron.
Lourdes llevaba un cesto de mimbre, regalo de una india amiga de Tina, con pastelitos de membrillo y unos riquísimos gaznates que Tomasa le había preparado especialmente.
Lourdes y Lola caminaron en silencio hasta la casa que había pertenecido a doña Mariquita Sánchez de Thompson.
_¡Ay niña!mentirle a su abuela está mal.
_Lola no me regañes, yo sé lo que hago. Ayudame. Te prometo que pronto le cuento todo lo que me está pasando a la abuela.
Lola no le creyó pero no tenía alternativa, por el inmenso cariño que le profesaba la cubriría.
Golpearon con la aldaba en forma de garra la imponente puerta.Jovita les abrió, las miró descaradamente y las condujo al salón.Rafael las recibió sonriente.Abrazó a Lourdes y la besó en la frente.Jovita parecía de piedra observando lo que sucedía.Rafael con un sacudón le indicó que llevara a Lola a la cocina y la convidara con unos mates.Lourdes le dio la canasta a Jovita y se dejó guiar por Rafael hasta la mecedora en la que estaba esperándola doña Francisca.
_Si que es bonita la moza.Dele un beso a esta vieja, muchacha.
_Me alegra conocerla doña Francisca.Rafael me habló mucho de usted.
_Y a mí de usté.Desde que la conoció al Rafa se lo ve contento y con un brillo en los ojos que solo el amor puede dar.
_Lourdes te trajo gaznates mamita Pancha.
_Rafael me contó que era su golosina preferida.
_Gracias hijita, desde que estoy enferma son pocos los gustos que puedo darme.No me dejan hacer nada....
_No se queje.La queremos por eso la cuidamos.
_Voy hasta la cocina a apurar a Jovita. Esa chinita lerda todavía no nos trajo el té.Voy a ver que pasa.
Con dificultad, doña Francisca se levantó de la mecedora y cuidadosamente se dirigió a la cocina. Rafael aprovechó la ocasión para besar a Lourdes.
_Cuidado, pueden vernos.
_Va a tardar en volver.La viejita pícara nos dejó solos a propósito.
Rafael le acarició con ternura el cabello, las mejillas, el cuello y la besó desesperadamente volcando el fuego de su pasión.
_Te ansío día y noche mi amor.Estoy cansado de ocultarme, es necesario que hablemos con tu abuela.
_Dame tiempo Rafa.Ella no va a aceptar fácilmente que yo ame a un mazorquero.
_Pero no lo soy_mintió con miedo y remordimiento.Si Lourdes descubría quien era en realidad lo abandonaría.No, eso no iba a suceder, él no lo permitiría.
_Vos no pero tu padrino carga con muchas culpas.
_Dejame hablar con ella, la fuerza de nuestro amor la va a convencer. Lourdes vos sos mi vida, sin vos no valgo.
_Está bien, a mi regreso le cuento lo nuestro y que Dios nos ayude.
Con un movimiento rápido, Rafael la sentó sobre el magnífico clavicordio,en donde el maestro Parera en un tiempo lejano ensayó el Himno Nacional,y volvió a besarla con una devoción que los encendía y devoraba.La timidez,el recato y la prudencia de Lourdes,perdidas en la pasión.
Un cosquilleo delicioso le recorrió el cuerpo provocado por las caricias sensuales de ese hombre fogoso que la saciaba de placer.
Los besos se interrumpieron al escuchar las voces de doña Francisca  y Jovita que se acercaban con el servicio del té.
La anciana sonrió al notar la boca de Lourdes roja como una fresa. ’’Bendita juventud’’, suspiró recordando viejas épocas.
La tarde pasó volando.Rieron cuando doña Francisca recordó las travesuras de Rafael durante su infancia.Describió a un niño obediente y cariñoso, y luego a, un joven sensato e inteligente.
Lourdes escuchó complacida todas las anécdotas mientras admiraba el elegante salón de paredes cubiertas de brocato amarillo,que a tantas personas importantes había albergado.
En todos los rincones destacaban mesitas  de madera exquisitamente repujada. Con jarrones repletos de flores, ’’sin duda del jardín de mamita Pancha’’, pensó Lourdes.
Saboreó el delicioso té inglés y amó con toda su alma al hombre que tenía a su lado.
_Ya es hora de irme.Muchas gracias por su hospitalidad doña Francisca.
_La espero prontito y llámeme ‘’mamita Pancha’’ como mi Rafa.
Rafael insistió para acompañarla pero ella se negó.Se despidieron besándose ante el asombro de Lola y Jovita.
Caminaron por la calle de la Piedad y,luego apurando el paso tomaron por la Santísima Trinidad
Detrás de ellas escucharon gritos e insultos cada vez más fuertes.Se detuvieron atemorizadas y vieron una chusma enfervorizada que se dirigía hacia ellas.Corrieron tomadas de la mano,les faltaba poco para llegar.Fue en vano porque la muchedumbre enfurecida las alcanzó y arrastró.
Las empujaron y Lourdes se cayó en el barro.Dos personas enloquecidas le pasaron por encima. Lola llorando trató de levantarla sin conseguirlo.A duras penas Lourdes se incorporó, sucia, adolorida y temblando de pánico.Lola la sujetó por la cintura y se apretujaron contra la pared de una casa vecina hasta que los desquiciados de la insignia punzó terminaran de pasar.
Domingo estaba en el frente de la casa por orden de doña Mercedes esperándolas.Vio, aterrorizado, como pasaba el gentío gritando ‘’mueran los salvajes unitarios’’, ’’viva la Santa Federación’’, ’’muerte a los inmundos unitarios que quisieron asesinar a don Juan Manuel’’.
Por más que se estiraba no alcanzaba a distinguir a las jóvenes en medio de los enfebrecida chusma hasta que las vio.Corrió hacia ellas,Lourdes tenía una herida en el brazo y el rostro lleno de rasguños. Lola ,desesperada,no paraba de llorar.Alzó en sus brazos a Lourdes,que apenas se movía,y caminaron de prisa hasta la casa.
Doña Mercedes esperaba mirando por la ventana, cuando los vio salió disparada hacia la puerta de entrada.
_Madre Santísima ¿qué ocurrió? Lourdes, Lourdes ¿cómo estás?
Domingo acostó a Lourdes sobre uno de los sillones y se dio prisa en buscar a Tina.
_Hijita mía ¿cómo te sentís? Que no le pase nada, por favor, que no le pase nada.
_Quedese tranquila doña Mercedes va a estar bien, se lo prometo_Tina la tranquilizó pero elle también estaba asustada.
_Domingo!, Domingo! Andá a buscar al doctor Muñíz, rápido y después pasá por lo de Lorenzo y decile que venga.
_Sí, sí, patroncita voy volando.
Doña Mercedes volvió al lado de Lourdes y le puso un paño de agua fría en la frente.Tina ya le había lavado el rostro quitándole el barro y la sangre de los rasguños
_¿Cómo no volviste en el carruaje de los Riglos?¡qué desconsiderados!me van a escuchar,sin vergüenzas.
_Abuela, no estuve en la casa de Benita_titubeó Lourdes
_¿Y dónde,entonces?
_De eso justamente te quería hablar........

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