Novelas en capítulos y cuentos cortos

domingo, 3 de mayo de 2015

Camino de Sangre y ... Rosas Caps del 15 al 18

                                                                        15


Toda cubierta de sangre
Aquella infeliz cautiva,
Tenía dende abajo arriba
La marca de los lazazos_
Sus trapos hechos pedazos
Mostraban la carne viva.
                                              Martín Fierro, José Hernández


Tina buscó a Lourdes por toda la casa.”¿Dónde se habrá metido esa criatura?”Se le ocurrió entonces buscar en la habitación de Consuelo.Acertó. La puerta estaba sin llave.La encontró ovillada en la cama sosteniendo contra su pecho la muñeca de porcelana de su madre.
Tenía los ojos cerrados, pero no dormía; el pelo, suelto, le cubría la espalda y los brazos como si fuera una mantilla dorada.Su respiración era acompasada. De vez en cuando se le desprendía una lágrima que secaba con el dorso de su mano.
Tina se acercó silenciosamente.
_Lourdes, querida, tenés que comer_le acarició la cabeza con cariño. Estaba preocupada, desde que Lourdes les había contado a doña Mercedes y a ella la traición de Rafael no volvió a hablar y apenas se alimentaba.
Lentamente Lourdes abrió sus enormes ojos verdes anegados de lágrimas.
_Basta de llorar.No soy tu madre pero te quiero como si lo fuera. Consuelo fue mi única amiga,la amiga que me contuvo en el momento más amargo de mi vida. Su inmenso dolor no fue impedimento para que me consolara y me diera fuerzas para seguir adelante. Recuerdo que siempre me decía: ”Por muy larga que sea la tormenta,el sol vuelve a brillar entre las nubes”. Había leído esa frase en uno de los libros que le enviaba doña Mercedes y la había adoptado como lema de vida.
_Rafael destruyó el amor que sentía por él.
_No digas eso Lourdes.Vos misma me dijiste que él cambió de vida por vos.
_Sí,pero no confío en mí,me pagó con engaños...
_Tuvo miedo,supuso que no lo comprenderías.
_Supuso mal.
_No seas tajante Lourdes, quizá ahora esté arriesgando su vida por salvar a don Lorenzo.El te lo prometió.
_¿Por qué lo defendes tanto?Es un mentiroso y lo odio...
Lourdes estalló en un llanto descontrolado. Tina, sentada a su lado,la abrazó con ternura.
_Mi niña,mi niña linda,no sufras. Todo se va a arreglar. Como decía tu mamá,hay que tener esperanza porque aunque se frustre,tener esperanza es en sí una dicha.
_¿Quisiste mucho a mi madre,no?
_Muchísimo.Antes de morir me hizo prometer que siempre te protegería.
_Tina, nunca me contaste tu historia.¿Por qué entraste al Convento?
_Si contarte mi historia hace que cambies de ánimo y me regales una sonrisa,te la voy a confiar.Antes come algo. Mirá, Tomasa te preparó estas jugosas empanadas de carne y una deliciosa mazamorra con canela.
Tina la ayudó a acomodarse en la cama.Le puso unos almohadones de terciopelo azul en la espalda y le acercó una bandeja de plata con el refrigerio.
_Mamá, en su diario.me reveló que tu historia es muy triste, así que si te hace mal recordar...
_Shhh...Deseo contártela porque es una forma de renovar mi esperanza.
Lourdes extendió su mano izquierda para quitar el mantelito de lino rosa que cubría el plato de empanadas. El brillo de su anillo de compromiso paralizó el corazón de Tina.
_Lourdes... ¿y ese anillo?_sintió su boca pastosa por la impresión.
_¿Te gusta?Me lo regaló Rafael. Le perteneció a su madre. No sé porque lo sigo usando todavía_amagó sacárselo. Tina la detuvo.
_No lo hagas, ese anillo es el símbolo de su amor...¿Cómo murió su madre?
_En realidad no murió. Cuitiño supone que se la llevaron cautiva los indios que los atacaron a ella y a su marido.
La habitación comenzó a girar, sintió que caía en un precipicio y que nadie la sostenía.Respiraba con dificultad.
_¡Tina!, ¡que te pasa! Estás blanca como un papel. ¡Tina!
Lourdes corrió a su tocador en busca de sales. Se las pasó por las fosas nasales haciéndola reaccionar.
_Tina me asustaste, ¿qué te pasó?_tartamudeó
_Lo vas a entender cuando me escuches. Sentate a mi lado y dame las manos,querida.
Y así, tomadas de la mano, Tina empezó su narración.
“Allá por el año veinte Pedro, mi marido, recibió la propuesta de trabajo que siempre soñó. El era maestro y daba clases en un rancho en el pueblito en el que vivíamos con mis padres. Poco después de casarnos la escuelita se cerró porque los niños asistían cada vez menos. Debían quedarse en sus casas para ayudar en las tareas del campo o para cuidar a sus hermanos menores mientras sus padres salían a sembrar o a cosechar.
Entonces no tuvo más remedio que dedicarse a la alfarería. Le gustaba modelar la tierra arcillosa, pero enseñar...amaba enseñar.
Recuerdo que se levantaba con el canto del gallo para preparar los materiales que necesitaba para la confección de ollas, fuentes y platos que le encargaban nuestros vecinos.
En la última Navidad que festejamos en familia me regaló un "nacimiento" bellísimo que también pintó él mismo.
Una vez al mes había una feria a la que venían compradores de varios pueblos vecinos.Su puesto era el más visitado.Vasijas de barro, cucharas, empuñaduras de cuchillos y cabos de rebenques hechos de hueso tallado, los vendía como agua.
Económicamente nos iba bastante bien. Yo era dichosa, sobre todo cuando descubrí que estaba embarazada.
Pedro nunca se quejaba de su oficio, pero no era feliz.
Por una amiga de mi madre, que tenía a su hija mayor viviendo en Santa Magdalena, provincia de Córdoba, me enteré que se necesitaba un maestro para una escuela recién inaugurada.
Sin comentárselo a Pedro escribí al municipio postulándolo. La respuesta tardó pero cuando la recibimos ¡qué grande fue nuestra alegría!. Fue la primera vez que vi llorar a Pedro.
La semana siguiente nació nuestro hijo. Lo llamamos Miguel, como mi abuelo materno. Y esa fue la segunda vez que Pedro lloró
Cuando me recuperé del parto empezamos a preparar el viaje. Todo el pueblo colaboró.Pedro era muy querido.
Don Cosme, el curandero, nos prestó su carreta tirada por dos bueyes viejos pero robustos;mi madre me regaló una vajilla nueva y un juego de cubiertos de plata,todo un lujo;don Roque,el pulpero,nos obsequió un baúl de quebracho en donde Pedro guardó sus preciados libros. Era un apasionado de la lectura mi Pedro.
Las amigas de mi mamá nos prepararon tres cajas de provisiones: quesos, embutidos, carne salada, hogazas de pan y verduras de sus huertas.
Por fin llegó el día esperado y partimos jubilosos.
Pedro y yo viajábamos en el pescante, Miguel iba atrás, cómodo en su canasta.
A los pocos días de iniciada nuestra travesía sucedió lo inesperado, una fatalidad que cambió nuestro destino. Un malón. Pronunciar la palabra me da escalofríos. Ay, Lourdes, fue desesperante. No supe que hacer. Pedro intentó defendernos, pero antes de apuntar con su trabuco un indio de aspecto feroz lo hirió de muerte con una flecha y lo remató con la lanza. En ese momento creo que me desvanecí porque no me acuerdo de nada más.
Cuando volví en mí estaba en una toldería. Enloquecí. ¡Mi hijo!.¡Mi marido! Recé para que mataran a mí también.Pero no, mi suerte fue peor que la muerte.
El indio que me capturó me hizo su mujer con brutalidad. Me dio asco, repugnancia. Mi piel se erizaba cada vez que se me acercaba y apoyaba sus manos toscas sobre mí. Las noches eran mi peor tormento. Llegaba al toldo borracho y me sometía con violencia. Al principio me resistí, pero al darme cuenta que era en vano me mantuve pasiva permitiéndole que descargara en mí todo su apetito sexual. ¡Dios mío,cómo lo odié! Rezaba con ardor para que muriera.
Sus otras mujeres, dos ranqueles y una blanca cautiva desde niña,me maltrataban por celos.Cuando iba al monte a recoger leña me esperaban agazapadas detrás de algún caldén y me mataban a golpes.
A mi cargo tenía las tareas más pesadas, además de acarrear agua y leña.Era mi responsabilidad cuidar del ganado soportando el sol ardiente o el frío que calaba los huesos.Me obligaron a participar del curtido de cueros.Algo asqueroso.Mis manos estaban tan lastimadas que por un tiempo perdí el sentido del tacto.
Quedé embarazada tres veces y las tres veces el bebé nació muerto. Pincén, mi captor, me acusó de estar maldita y nunca más me tocó.No me regaló ni me vendió porque como sirvienta le rendía.
Ante el rechazo de Pincén, las otras mujeres se volvieron mis amigas. El alivio me duró poco.
Una mañana un grito desgarró el descanso del aduar anunciando la peste, la viruela, el azote del Cielo,como la llamaban los indios.
El cacique Yanquetruz, sus capitanejos y la machi se reunieron en asamblea. Al concluir quedé perpleja con el resultado.La curandera vino directamente a mí y me escupió. Luego empezó a recitar un discurso violento en quechua que no entendí ya que apenas manejaba la lengua de esos salvajes.
Una cautiva,desde hacía años,se me acercó y me la traducción al oído.Se me expulsaba de la toldería por estar maldita.Yo era la causante de traer la viruela al campamento.Mi útero,incapaz de dar vida,me señalaba como hija de Mandinga.La vieja desdentada lanzó sobre mí una maldición:”Ikumi ususi sapay urqu saxsay”,”mujer,hija del demonio,que el monte te devore hasta hartarse”.
Antes del amanecer abandoné la población sin agua,sin alimentos,sin caballo.Era una condena a muerte,sin embargo me respiré libertad.
No sé cuánto tiempo caminé, los pies descalzos sangraban.Los labios los tenía secos y agrietados.La garganta se me cerraba.¡Tenía tanta sed!
Por las noches dormía acurrucada,tiritando,debajo de algún espinillo y durante el día caminaba,caminaba sin dirección,sin fuerzas,impulsada por las ansias de sobrevivir para buscar a mi hijito.Mi corazón me decía que no había muerto.Tenía que vivir para encontrarlo.Esa esperanza me mantuvo con vida,mi hijo me daba fuerzas para seguir luchando.
Una tarde,eso creo porque hasta la noción del tiempo perdí,creí soñar que alguien derramaba agua fresca sobre mi boca.¡Tan fresca! que por mi afán de beberla casi me ahogo.Empecé a toser y al abrir los ojos supe que no era una ilusión.Estaba rodeada por rostros que me observaban con curiosidad. Angeles, pensé, muy feos eso sí ;pero no eran soldados.Uno de ellos me sostenía la cabeza y me daba de beber.De a poco me fui despabilando.Recuperada les conté mi historia y ellos,solidarios,se ofrecieron a llevarme nuevamente a la civilización.Pertenecían a una de las milicias organizadas por ese entonces estanciero Juan Manuel de Rosas,en defensa de los campos contra las incursiones de los indios.
Uno de los oficiales, Vicente González, tenía una hermana monja en el Convento de las Catalinas y me propuso llevarme allá.Accedí agradecida.En el estado en que me encontraba no deseaba volver con mi familia.
Las monjas me recibieron con reticencia pero como estaba bajo el ala del comandante González me aceptaron como donada, una especie de sirvienta.
No podía pedir más.Tenía cama y comida.La pesadilla había quedado atrás.Mi plan era quedarme en el Convento hasta recuperar las fuerzas para poder comenzar la búsqueda de mi hijo.Las monjas me prohibieron partir.De ser cautiva de los indios pasé a ser cautiva de las esposas frustradas de Cristo.
Y cuando menos lo imaginé apareció el verdadero ángel que me abrió las puertas del infierno en el que vivía, vos Lourdes.
Al fallecer Consuelo mandaron a buscar a doña Mercedes.¡Que buena mujer!pensé cuando la ví.Te tomó en sus brazos y te besó con tanto amor que me partió el alma.Me miró y con resolución me dijo:”Vamos Tina, Lourdes y yo te necesitamos.Dejemos este nido de urracas”.
Esa noche velamos a Consuelo y a don Alonso, padre e hija reconciliados por la muerte.Principio y fin entrelazados en esta trama singular que es la existencia del hombre.
Y cuando pensé que mi búsqueda estaba perdida apareces vos con ese anillo...”
_Tina, me dejas sin palabras.¡Qué historia!_Lourdes estaba impresionada.Jamás sospechó que Tina hubiera padecido tanto.¡Qué necia era!Su desdicha era insignificante frente al relato de Tina,_¿pero qué tiene que ver mi anillo?
_Ese anillo me lo regaló Pedro cuando nos casamos.Lo llevaba él en una bolsita de cuero dentro de su camisa cuando emprendimos el viaje a Santa Magdalena.”Acá va a estar más seguro, mi amor.”Me dijo.Temía que salteadores del camino nos robaran y que por anillo me lastimaran.
_¡Tina,todo coincide!
_Sí Lourdes, Rafael es Miguel, mi hijo.
_¡Qué descubrimiento!,no lo puedo creer.
_Mi corazón de madre siempre se inclinó por él.No es mala persona, Lourdes, perdonalo.Estoy segura que te quiere de verdad y si te hizo sufrir fue por cobardía.Confia en mí, no me equivoco.
_Tina...
_No dudes, basta de huirle a la felicidad.Rafael es tu felicidad y la felicidad de los dos el la mía.Sólo hay una sombra que oscurece mi dicha: le debo la vida de mi hijo al sanguinario Ciriaco Cuitiño que ahora amenaza con destruirlo.


                                                                      16


Mi gloria es vivir tan libre
como pájaro del cielo,
no hago nido en este suelo
ande hay tanto sufrir
y naides me ha de seguir
cuando yo remonte el vuelo.
                                                           Martín Fierro, José Hernández



Salió al galope muy temprano esa mañana, de Buenos Aires a Santos Lugares.
Tenía su mirada fija en el camino, pero su mente repasaba una y otra vez el plan de fuga.
Todo se dio mejor de lo calculado.El día posterior a su llegada, Cuitiño mantuvo con él una conversación trascendental para llevar a cabo su cometido.
_Rafael acerquese a Santos Lugares con esta orden para Reyes_le dijo alcanzándole un sobre lacrado.
_Puedo saber de que se trata.
_El fusilamiento de Lorenzo Escalante. Quiero terminar de una vez por todas con este asunto.
Rafael se quedó de una pieza. Era justo lo que necesitaba.
_Mañana mismo salgo para allá.
Esa tarde se apersonó en el cuartel de Montserrat aprovechando que Cuitiño estaba en cama con un fuerte ataque de cólicos.El doctor Alcorta lo asistió con la ayuda de su esposa,que lucía una palidez sepulcral por el susto provocado al ser requeridos por la Mazorca.Cuando se convencieron que no estaban en peligro y recobrada la calma,el doctor lo trató con cataplasmas y le recetó una tisana de romero y melisa. Debía hacer reposo hasta recuperarse totalmente para que no se repitiera el cuadro.
Rafael encontró a Goyo jugando a las naipes con otros dos mazorqueros.Interrumpiron bruscamente el truco al verlo.
_Don Rafael,¿qué lo trae por acá?
_Por casualidad ¿no sabes quien está de guardia en La Crujía?
_Me parece que el Camilo Santibañez.La otra noche me lo encontré en la pulpería “El pobre diablo”.¡Flor de tranca tenía!
_¿Quién es el oficial que tiene a su cargo la vigilancia de los corrales?_preguntó interesado aceptando un cimarrón que le ofrecía Goyo.
_El pardo Miguel Rosas.Y ¿qué pasa con el Coronel que no vino hoy?
_Los cólicos, Goyo, los cólicos; pero ya está mejor.La tisana que le recomendó el doctor Alcorta resultó efectiva.A propósito el padrino necesita verte .Cuando te desocupes de tus obligaciones date una vuelta por casa.
Frotándose las manos con satisfacción por el resultado de sus averiguaciones emprendió el regreso.”Así que Camilo es el guardia nocturno,¡qué pegada!”
Camilo Santibañez era un paisano bonachón que para no terminar en la frontera matando indios se enlistó en la Mazorca. En varias ocasiones mantuvieron conversaciones amenas, sobre todo cuando estaban regadas con una buena ginebra.En una de esas oportunidades le contó sus desgracias.
Camilo solía frecuentar el Hueco de Cabecitas,una hondonada poco agradable para transitar.El lugar le debía su nombre a las cabezas de ganado faenado que eran allí descargadas.Esta zona de cuchilleros,prostitutas y ladrones,rodeada por reñideros de gallos,casa de juego y pulperías,fue el escenario de tremendos duelos a pesar de que estos lances estaban prohibidos.
El susodicho era un apasionado de las riñas de gallos.Ni bien juntaba unos cobres aparecía en el reñidero, un verdadero teatro en el que se exhibía sobre un gran tablero las leyes de la guerra gallesca.
Los gallos, preparados para la lucha con un estricto régimen, esperaban su turno para combatir en impresionantes jaulas de cañas.
Esa noche Camilo eligió uno de plumaje colorado y negro.Tenía el pálpito que iba a duplicar su dinero apostándole al” gallo fiero de espuelas postizas de plata,de buen peso y tamaño”.Así que no sólo jugó sus ahorros sino también la suma que pidió prestada para alambrar su rancho al mazorquero Alen. Su presentimiento falló y lo perdió todo.Su gallo fue herido seriamente por su contrincante y escapó de la arena.Los gauchos apostadores comenzaron a desternillarse de risa por la cobardía del gallo.Camilo, enfurecido ,desapareció del lugar entre abucheos.
Lo trágico fue que al no poder devolver el préstamo, Alen casi lo raja al medio con el facón de no mediar Rafael enterado de la deuda y de la desesperación de Camilo.
Como ese día Alen estaba de buen humor le perdonó la vida dándole a elegir entre prestar armas en la frontera o incorporarse en la Mazorca.Además Rafael tuvo que saldar la deuda para evitar futuros enfrentamientos.
“Camilo me va a ayudar, estoy seguro”.
Cuando divisó los montes de tala y sauces que rodeaba el cuartel de Santos Lugares respiró profundo para calmar la tensión de sus músculos.Tenía el corazón desbocado por la ansiedad y la incertidumbre.¿Con qué se encontraría?,¿Reyes le creería?.Para colmo de males estaba en el cuartel el desconfiado de Santa Coloma.
Cambió el galope de Moro por un trote sosegado.El portón de rejas estaba abierto.Cuando desmotó en el patio se le acercó un soldado con un fusil al hombro.
_Traigo una orden del Gobernador para el Comandante Reyes.
_Acompáñeme, está en su oficina.
Rafael le dio las riendas de Moro a un muchachito harapiento que esperaba a su espalda y luego siguió al soldado.
_Lo buscan mi Comandante.
_Pero si sos vos Rafael y ¿tu padrino?, lo esperaba a él.
_Hubiese querido venir pero sufrió un ataque de cólicos que lo dejó muy débil,así que me mandó a mí en su nombre.
Rafael le alcanzó la orden lacrada.Reyes la abrió resuelto.
_Dice “fusílese”, pero no está rubricada por su Excelencia.
_Es un detalle sin importancia,¿no Comandante Reyes?.
_Espero que tu padrino no me meta en un lío que me cueste la cabeza.
_Nadie se va a enterar.Antes de la ejecución me gustaría cruzar unas palabras con Escalante, si usted me lo permite, claro.
_Por mí no hay problema,¿para qué queres hablar con él?.
_Un último intento para que me revele los integrantes del Club de los Cinco.
_Me parece al pedo, pero probá suerte,a lo mejor...
_.Este favor va a tener su recompensa,se lo aseguro.Presencio el fusilamiento y mañana de madrugada salgo para Buenos Aires.Así que si no lo veo,gracias por todo mi Comandante.
Se dieron un apretón de manos y Reyes fue hasta la puerta.
_¡Saturnino!¡Saturnino!_se presentó el mismo soldado que lo había guiado hasta la oficina_Llevalo a lo corrales_y dirigiéndose a Rafael le confirmó_Allá está Escalante,espero que todavía vivo._Lanzó una carcajada con aliento a ajo y a vino picado que asqueó a Rafael.
Caminó detrás de Saturnino.”¿Confiará en mí don Lorenzo? Por su bien espero que sÍ”.
Cruzaron nuevamente el patio y salieron hacia el campo atravesando el arco de ladrillos que coronaba la entrada del cuartel,sobre el que había una pequeña espadaña que en otro tiempo albergó dos campanas.Santos Lugares fue una abadía que Rosas expropió a los franciscanos convirtiéndola en una prisión,central de torturas.
Enfilaron a paso rápido con dirección al monte.Al llegar el sol estaba en su cénit.Vio a los prisioneros en el corral, parecían animales porque eran tratados como tales.Uno de ellos estaba rodeado por tres soldados que le calaban los costados y la espalda con las bayonetas.Miguel Rosas, el oficial de mas alto rango, esperaba impaciente su turno para rematarlo con un garrote de tala.
Cuando Rafael alcanzó el corral,el prisionero acorralado por los soldados estaba en el suelo con una aureola de sangre alrededor de su cabeza abierta por los golpes recibidos.A Rafael se le revolvió el estómago pero consiguió disimular con una sonrisa socarrona la impotencia ante semejante barbarie.
_¡Qué se quedan mirando como idiotas!¡A trabajar mierdas!_los fustigó el pardo Miguel.
_¿Miguel Rosas?_se adelantó Rafael_Mi nombre es Rafael Cuitiño y tengo autorización del Comandante Reyes para hablar un momento con Escalante.
_Búsquelo usted mesmo_la respuesta fue seca y después de mirarlo de arriba abajo se perdió entre los presos, hostigándolos.
Lorenzo observó a su alrededor.Los hombres pasaban delante de él en fila india, cabizbajos, muchos llorando en silencio.Entonces Rafael lo vio.Maltrecho, con cortaduras, arañazos y picaduras, el rostro magullado, la ropa maloliente.Tenía las manos sucias, los nudillos despellejados, le faltaban algunas uñas por usarlas como instrumento para escarbar la tierra y de ese modo extraer las raíces de los árboles.
_¡Lorenzo Escalante!-gritó
Lorenzo estiró el cuello y miró para todos lados.¡Cuánto tiempo hacía que no era llamado por su nombre sino por apelativos soeces!
Cuando sus miradas se cruzaron supo que su muerte era un hecho.
_Venga, necesito hablar con usted antes de que lo fusilen_quiso que todos lo escucharan.
Lorenzo sintió que se le aflojaban las piernas.”Por fin se termina este suplicio”, pensó agradecido.
Mientras los demás se alejaban Rafael retuvo a Lorenzo en la puerta del corral.
_Escúcheme con atención don Lorenzo. Voy a sacarlo de este infierno,se lo prometí a su sobrina y pienso cumplir.
-¿Por qué me engaña? Yo sé quien es usted, un asesino, un embustero,un bárbaro antropófago como su padrino_dicho ésto tuvo un ataque de tos intenso.
“Tanto tiempo a la intemperie debilitó sus pulmones”, se preocupó Rafael.
_No tengo tiempo para discutir con usted, Escúcheme, dentro de unas horas lo van a llevar al patio del cuartel para fusilarlo.Póngase en el segundo grupo.Cuando le ordenen tirar los cadáveres en el zanjón tírese dentro y tápese con los cuerpos.Bien entrada la noche lo busco y nos fugamos.
_¡Cómo si fuera tan fácil!Los guardias no nos sacan los ojos de encima.
_Lo tengo resuelto.Cuando trasladen los muertos a la zanja voy a provocar una distracción.
Un amigo se va a escabullir furtivamente en el corral de los caballos y los va a espantar provocando una estampida.Usted aprovecha la confusión y sigue mis instrucciones.
_Está bien, no tengo nada que perder.Mi suerte ya está echada.
_No sea terco don Lorenzo y confíe en mí.
Si decir otra cosa, lo dejó y volvió al cuartel.
Su próximo paso era hallar a Camilo y exponerle su plan.
Lo encontró durmiendo a “pata suelta” en una de las dependencias del cuartel.
_¡Camilo!¡Camilo!
_¿Qué pasa?Sí,sí,mi sargento,enseguida me presento en mi puesto...
_No,Camilo.Soy Rafael y todavía es muy temprano para tu turno de guardia.
_¿Es usted  don Rafael?_parpadeó sorprendido_¡qué alegría verlo!
_Camilo, necesito que me des una mano pero si lo hacés te vas a meter en un asunto peligroso.
_Cuente conmigo para lo que sea.Santa Coloma me hubiera mandado pa’ el otro mundo si usted no se metía.
-Olvidate de eso_Rafael le palmeó la espalda fraternalmente.
_Desembuche de una vez don.
_A un amigo lo tienen en los corrales y me propongo liberarlo hoy mismo.
_¡A la mierda!,mire que es corajudo...y yo que pito toco.
_Vos estás de guardia en los corrales esta noche,¿no?_Camilo asintió y Rafael continuó_Pasada la media noche me voy a arrimar al zanjón para sacar a mi amigo..
_¿Y pa’ qué quiere un finao?_preguntó confundido rascándose la cabeza.
_No está muerto,va a fingir estarlo.Tu misión es espantar los caballos que están en el corral vecino a la zanja de los cadáveres después del fusilamiento del primer grupo y hacer la vista gorda esta noche cuando escapemos.
_¡Qué lo parió!,que manera de jugarnos el cuero.
_¿Tenés miedo Camilo?Sé que te estoy pidiendo mucho,así que si no querés comprometerte...
_No diga eso,don Rafael,seré un cobarde pero le prometo que le voy a poner huevos a su pedido_afirmó “agrandado como galleta en el agua”.
_Gracias Camilo.Ahora me siento más seguro. Preparate, falta poco para que comiencen los fusilamientos.
Antes de salir del cuarto, Rafael se cercioró de que no hubiera alguien vigilándolo.Todo tranquilo.Pasó, entonces, por la cocina.Se tomó un café fuerte y amargo.Y.antes de enfrentarse a los acontecimientos riesgosos que tenía por delante, le pegó un beso a una botella de ginebra para darse coraje.
Al llegar al patio ya estaban contra el paredón el primer grupo de mártires.Se paró junto al oficial que lideraba a los soldados que tenían la orden de disparar.Disimuladamente buscó con la mirada a Lorenzo.”Qué alivio, consiguió colarse en el segundo grupo”.
“¡Fuego!”La explosión de los proyectiles golpeó los sentidos de Lorenzo y Rafael.
“Dios mío no me abandones”, rezó el condenado a muerte.
“Camilo no me falles”, imploró el libertador.
Lo que siguió fue un relámpago de sucesos. Lorenzo se acercó al paredón y con la poca fuerza que le quedaba, arrastró uno de los cuerpos dejando una estela roja hasta el zanjón.En ese instante una estampida desató el caos. Rafael vio como los mazorqueros intentaban controlarlos con malos resultados.De repente alguien asumió la dirección del arreo,provisto de un lazo dominó al tordillo que acaudillaba la manada consiguiendo controlar la situación.
“¿Y Lorenzo?,¿dónde está Lorenzo?”.El segundo grupo estaba contra el paredón con los ojos vendados, las manos atadas.”¡Fuego!”
“¡Lo logró, lo logramos!”, pensó fuera de sí por la satisfacción Rafael.
Llegada la noche Rafael abandonó la habitación con mucha cautela en medio de un concierto de ronquidos.Camilo, antes de tomar su puesto, le alistó a Moro y a un alazán, provistos de agua, charqui y yerba.Tomó las riendas de los dos caballos y sigilosamente rumbeó para el zanjón.
Se paralizó cuando escuchó un “¿quen vivore?”.Silencio.”¿Quen vivore?¡Carajo!”,repitió una voz pastosa por el alcohol.”¡Mierda!es Santa Coloma”, maldijo Rafael
_Ahh pero si es el niño bien..._se le aproximó tambaleándose sosteniendo una botella de caña _¿por qué el apuro?¿o acaso está juyendo?
_Está borracho Santa Coloma. Me estoy yendo para estar bien temprano en Buenos Aires.Como usted bien sabe el padrino está enfermo y eso me preocupa
_Un día de estos te voy a arrancar la máscara de buenito que tenés y vamos a ver con que nos encontramos.A mí no me engañas como al iluso de Cuitiño. Vos andas en algo raro y yo lo voy a averiguar.¡Cuidate gusano!
Caminó tres pasos hacia adelante intentando sacar de su faja el cuchillo verijero para atacar a Rafael pero al tropezarse con una raíz de un tala, se cayó de “trompa”.
Rafael, facón en mano, comprobó que su atacante estaba desmayado.”El infeliz perdió el sentido por el pedo que tiene”se rió.Volvió sobre sus pasos y llamó a Lorenzo.
Camilo apareció asustado.Había presenciado de lejos el encontronazo entre Rafael y Santa Coloma.
_Volvé a tu puesto y no tengas miedo, éste con la mamúa que tiene mañana no se acuerda de nada.
Los cadáveres empezaron a moverse y una figura demacrada emergió en medio de ellos ofreciendo un espectáculo terrorífico.
_Por acá Lorenzo. Deme la mano. Vamos. Falto poco.
Lorenzo extendió el brazo y con el auxilio de Rafael salió de la fosa.Se arqueó por las naúseas y vomitó bilis.Al recuperarse montó sobre el alazán y al trote se alejaron del monte de los suplicios.Cuando ganaron cierta distancia galoparon con furia hacia la soñada libertad.

                                                          17


“Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.”
                                                                            Pablo Neruda



Hacía tiempo que no se la veía tan feliz y serena a doña Mercedes. Los desgraciados sucesos ocurridos en los últimos tiempos la habían sumergido en una profunda tristeza. Sin embargo ahora parecía que la vida de sus seres queridos tomaba un cauce seguro.
Lourdes, reconciliada con Rafael, Lorenzo a salvo en Montevideo.
Sentada a la sombra del naranjo familiar, recordó el semblante emocionado de Lourdes cuando recibió un mensaje de Rafael a través de Jacinto, el lechero.
Entre lágrimas y risas se lo leyó.”Lourdes: La única forma posible que se me ocurrió para comunicarnos es por Jacinto.Es un mulato de mi confianza,no nos va a traicionar.Te quiero con todo mi corazón,sos el aliento que me da vida.No quise engañarte ni mentirte,ojalá me perdones y me des otra oportunidad de demostrarte todo mi amor.Tranquila mi amor,ya sé como rescatar a tu tío,espero contar con la ayuda de uno de los soldados de Santos Lugares al que ayudé a saldar una deuda hace tiempo.Decile a tu abuela que en dos días a partir de hoy voy a estar con don Lorenzo en la casa del señor Atkinson,ubicada en la calle Los Tres Reyes.El se va a encargar de buscar los medios para proporcionarle una evasión segura.Una vez resuelto este problema,Jacinto te acercará otro mensaje proponiéndote el lugar,el día y la horapara vernos.Tuyo,Rafael.”
Desde ese momento doña Mercedes vivió sobre ascuas y Lourdes, entre la ensoñación y el temor.
Finalmente recibieron la noticia esperada:”Lourdes,doña Mercedes:Una pequeña balandra de nombre Julia,puso proa rumbo a Montevideo pasadas las dos de la madrugada a don Lorenzo sin contratiempos.El se encuentra bien a pesar de haber llegado a la casa de don Carlos Atkinson débil y con fiebre.Gracias al doctor Juan Antonio Fernández logró una pronta recuperación.Me siento feliz por haberte podido cumplir la promesa,Lourdes.Ahora necesito verte.¿Te parece mañana a la noche en la parte trasera de tu casa?Con amor,Rafael.”Un capítulo doloroso cerrado con una victoria sobre el tirano.Doña Mercedes podía respirar tranquila,su hermano estaba a salvo en la otra orilla.Seguramente nunca se enteraría del calvario sufrido por Lorenzo en Santos Lugares,pero algo ella se imaginaba provocándole ésto una angustia infinita.”Las circunstancias de la vida pueden derribarme pero no aniquilarme.El futuro se abre prometedor.Debo seguir en pié por Lourdes.”Este fue el pensamiento de doña Mercedes que como una jaculatoria repetía cada noche al acostarse y cada mañana al despertarse. 
Aguardó con impaciencia el encuentro de Lourdes con Rafael. Tina estaba desesperada por verlo y revelarle que era su madre.Deseaba abrazarlo,besarlo,expresarle su amor tantos años guardado La noche señalada llegó.Lourdes se paseaba nerviosa por el patio.”No viene, no viene... ¿le habrá pasado algo? ¿Cuitiño lo habrá descubierto?...ay Dios mío ayudanos.”En eso escuchó el trote de un caballo...el chirrido de la puerta de rejas.Era él,su Rafael.Sin pensar corrió hacia él y se arrojó en sus brazos.
“No es un sueño, estoy con ella”, se emocionó Rafael.
Después de besarse largamente Lourdes lo apartó para comprobar que no estuviese herido.
_¿Estás bien Rafael?Estaba tan preocupada...
_Estoy perfecto y tu tío Lorenzo también.Seguramente ya debe estar en la casa del General Lavalleja.
_Gracias es decirte poco.Arriesgaste tu vida al rescatarlo y ¡la seguís arriesgando!Si tu padrino llegara a sospechar de lo nuestro...
_Lo que hice lo hice por vos,para ser digno de tu perdón y de tu amor.
_Te perdono Rafa.Empecemos de nuevo sin mentiras, sin traiciones.
El fuego de la pasión los envolvió y ya nada tuvo importancia.Solo ellos dos, sin barreras que los separen, unidos como eslabones de una cadena por un amor incondicional.
Al pié del sauce llorón y protegidos por una cortina de ramas delgadas,se amaron con desesperación,sedientos de caricias y besos.
Más tarde, saciados, permanecieron uno muy junto al otro tratando de hacer eterno ese instante
_Que errada es la leyenda que se refiere al sauce como símbolo de la amargura.para mí hoy simboliza el reencuentro. Juro que nunca te voy a volver a decepcionar Lourdes.
Lourdes desperezándose le regaló una sonrisa que lo deslumbró.
_La abuela quiere hablarnos y Tina está ansiosa por verte.
_¿Tina?¿por qué?
_Ella te lo va a explicar_le contestó pícaramente
Doña Mercedes los esperaba en el salón comedor.Cómoda en uno de los sillones,se abanicaba con elegancia.Se regocijó al verlos entrar abrazados,el abanico de seda cayó sobre la tupida alfombra y sus manos atraparon las de la joven pareja.
_La tormenta pasó..._exclamó aliviada doña Mercedes
_Sí abuela, nada ni nadie nos va a separar.
_¡Así se habla!Vengan,siéntense aquí a mi lado.Tenemos que armar su huída.Cuitiño es un peligro latente Rafael,vos lo sabes muy bien.Voy a reunirme con Lorenza Reynafé y entre las dos vamos a confeccionar un itinerario de buenos Aires hasta Bolivia.El río está muy vigilado.Gracias a Dios Lorenzo consiguió escapar de las garras federales pero justamente hoy me notificaron que Rosas mandó reforzar la vigilancia en toda la costa .No podemos correr riesgos.Bolivia es lo más acertado.
_Estoy de acuerdo con usted_Rafael estaba impresionado del ímpetu de doña Mercedes, para él fue siempre una mujer frágil a la que se debía proteger.
_Como les decía de acá a Bolivia tengo contactos que los ayudarán en su huída.Podrán esconderse y descansar en sus casas.Con Lorenza vamos a trazarles una ruta de escape.
_¿Lorenza va a salir de su encierro?_Lourdes estaba sorprendida de la actitud de Lorenza Reynafé.Desde la ejecución de sus hermanos,acusados de asesinar a Facundo Quiroga,vivía encerrada en su casona de Buenos Aires.Sólo aceptaba la compañía de Pedro Caminos,su eterno enamorado,al que había renunciado para hacerse cargo de la administración de las propiedades de su familia al morir su padre.
Su círculo social la aisló debido al supuesto delito de sus hermanos, sólo Mercedes permaneció fiel a la amistad de esa mujer luchadora y poseedora de una gran pasión por la vida y por todo aquello que emprendía.
_Por supuesto.Mañana a la tardecita quedamos en tomar unos mates mientras aunamos ideas.Lorenza, más que nadie es consciente  de lo que significa la persecución y la injusticia.Lo vivió en carne propia.¡Está deseosa de cooperar!
_Abuela que sería de mí sin usted_Lourdes la abrazó gustando la dulzura de esa mujer que se hizo fuerte ante la calamidad
_Necesitarán pasaportes falsos.Son muchos los kilómetros que tendrán que recorrer y muchos los riesgos que tendrán que sortear.Pero eso también lo tengo resuelto.
_¿Cómo lo hizo?_Rafael estaba perplejo,”¿de dónde salió esta mujer?¡que fortaleza!,pensó atónito
_Me entrevisté con el General Prudencio  y no tiene inconvenientes en facilitármelos
_¿El hermano de Rosas?¿Por qué se arriesgó de esa manera?.
Mercedes, ruborizada, se rió con ganas.
_Con Prudencio nos conocemos desde la infancia.Fuimos “casi” novios, como me va a negar algo tan importante.Eso está hecho. 
_¡Ah...cielito! doña Mercedes me deja helado.Y yo ¿qué hago?
_Disimular. Sigale la corriente a su padrino, que no tenga la menor sospecha.Cuando el viaje esté listo Lourdes se lo hará saber a través del lechero.Será precavido que no se vuelvan a ver,lo siento pero es lo más sensato.
_Tiene razón doña Mercedes,se me rompe el alma pero es lo mejor para todos.Muchas gracias por su preocupación .
_Gracias a usted por salvar a mi hermano y por devolverle el brillo en los ojos a mi nieta.Espere un momento, Tina necesita hablar con usted.Los dejo, voy a descansar.
Mercedes fue hasta la cocina y le comunicó a Tina que Rafael la esperaba en la sala.Tina se quitó el delantal de tela basta y con el corazón en la boca se dirigió al encuentro de su hijo.
Cuando lo vio se quedó paralizada.No sabía qué decir o qué hacer.
_Buenas noches Tina.Me dice doña Mercedes que tiene algo importante que decirme.
_Mejor los dejo solos_Lourdes intentó escaparse.
_No Lourdes, quedate por favor_fueron las primeras palabras que pudo pronunciar.¿Cómo reaccionaría Rafael?,¿la rechazaría?,¿le creería?_Años atrás mi marido,mi hijito y yo fuimos atacados por un malón.Yo fui cautiva,a mi marido lo mataron y nunca más supe de mi niño hasta que el otro día Lourdes me mostró su alianza....era mi alianza...
_No puede ser...¿es verdad?...entonces usted es.....
_Tu madre_Tina se echó a llorar.Rafael fue a su encuentro y la apretó entre sus brazos_Sí, soy tu madre y después de tanto sufrimiento te encontré.
_¡Madre!,pensé que estaba muerta.Cuitiño me contó la historia,pero nunca supo que había pasado con usted.
Tina emocionada retrocedió en el tiempo desgranando poco a poco sus recuerdos, algunos felices, otros desgarradores, todos formando parte de una vida desconocida para Rafael.
El, mientras tanto,se alimentaba con voracidad de cada una de las palabras que nacían de la boca de su madre.
Lourdes, desde un rincón,los miraba complacida.Estaba convencida que el amor que la unía a Rafael estaba bendecido por el Cielo.Ese encuentro lo atestiguaba y la simiente que florecía en sus entrañas,también.

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“Se apoderaron de mí ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad,
y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese
adonde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza
le habían concedido”
                                                                
                                                                                      Manuel Belgrano



El potente gong del reloj de pié que enjoyaba la sala dio las cinco de la tarde.Las amigas entrañables urdían el plan de escape de los enamorados.Se las veía relajadas, gozando con el proyecto que las unía.
Mercedes y Lorenza, dos mujeres marcadas por el sufrimiento pero empecinadas en continuar luchando por sus convicciones.Se juraron que ningún hombre jamás les volvería a imponer procederes de vida o atropellarlas con imposiciones, ellas eran independientes.
A pesar de rondar ambas los sesenta irradiaban belleza, vitalidad y una energía propia de una quinceañera. Sus ojos mantenían la chispa de una primavera eterna.y sus arrugas no delataban vejez sino sabiduría y experiencia.
Charlaban compenetradas tratando de armar un rompecabezas que tenía como resultado final la libertad.
Lola, callada, les cebaba mate con unas hojitas de menta y endulzados con miel.
_¿Qué sabes de mi tocayo,Mecha?_se interesó Lorenza con su característica voz gruesa y decidida.
_A salvo en Montevideo. Espero que pronto me pueda escribir.
_Sin duda, gracias a la red que tejió la Logia unitaria podemos saber de nuestros seres queridos que se vieron obligados a exiliarse_lo expresó con dolor, con nostalgia.
_¡Ay Lorenza!,basta de llorar,hiciste todo lo que pudiste por Francisco.El siguió el camino que creyó justo.Murió con hidalgía.Prefirió la muerte antes que entregarse al escarnio del enemigo
Sentite orgullosa por él Lorenza.
_Pero Mecha, cuando pienso que se arrojó a las aguas del Paraná y sin saber nadar... ¡que muerte! Odio a Rosas,¡como lo odio!Lo maldigo mil veces a él y a López que traicionó a mis hermanos abandonándolos a su suerte.
_Tranquila Lorenza, vas a ver como llegará el momento en que recibirán el castigo que se merecen.No pueden salir impunes después de causar tanta muerte....¡Lola!deja esos mates y tráenos ese licor de naranja que está en el aparador.Necesitamos algo fuerte.
_Si no hubiera sido por Pedro y por vos no sé que hubiera sido de mí.
_Pedro es un tesoro y te quiere incondicionalmente.Y ahora toma este licorcito que es una delicia, lo hizo Tomasa.¡Hum!ésto nos va a levantar el espíritu.
_Muy rico, muy rico, gracias Lola_ Lola sonrió más tranquila al ver a las dos mujeres que respetaba y admiraba nuevamente animadas.
_Ahora continuemos.Vos decís que el mejor día para que salgan de Buenos Aires es el veinticinco de diciembre porque...
_Porque las calles van a estar desiertas.Seguramente todos estarán durmiendo después de una abundante cena de Navidad y...
_...y por haber asistido a la Misa de Gallo, claro.Además la mayoría de los mazorqueros que se la pasan vigilando estarán tirados con una flor de tranca.
__¡Mecha!_se rió Lorenza_¡qué vocabulario es ése!
_Así me gusta verte Lorenza. La risa te sienta bien.
_Bueno, bueno, sigamos_De Buenos Aires van a San Pedro. Fray Cayetano los puede albergar unos días en el convento para que descansen ellos y los caballos. Desde ahí siguen hasta Córdoba. Clara, la que fue novia de Francisco ¿te acordás?, generosamente les ofrece hospedaje en su casa.Clarita siempre le fue fiel a Francisco.
_Tu hermana María Teresa,¿nos ayudará?
_No lo dudes.Ella y Froilán los esperan en Sinsacate. Luego Lourdes y Rafael pueden seguir viaje hasta La Domada en donde  mi hermana Catalina tiene una finca alejada del control federal.Allí estarán seguros. 
_Ya que están en Catamarca pueden seguir hasta Ipizca. Eulalia estará más que dispuesta a albergarlos.Sabes cómo es.
_Una guerrera.Nadie se le puede oponer.¡Qué paciencia tiene José Domingo con ella!Eso sí,es una madraza.Sus siete hijos la adoran.
_Te apuesto que un día de estos encabeza una revolución_profetizó Mercedes.
Lo que ni Mercedes ni Lorenza se imaginaban era que Eulalia sí encabezaría  en mil ochocientos sesenta y dos una revuelta conocida como “la Revolución de las Mujeres”.
Sucedió que el gobernador de Catamarca, Moisés Omill quiso eternizarse en el poder expulsando de la Legislatura a sus opositores y reemplazándolos por sus seguidores.Destituyó jueces y derrotó al Comandante Vildoza, marido de Eulalia, que le presentó armas.
Como los pocos opositores que quedaban no reaccionaban, Eulalia  con vecinas y amigas se unieron para derrocar a Omill.
Esa valiente dama catamarqueña viajó hasta Santiago del Estero para comprar armas y mandó pedir municiones a Buenos Aires.
A la medianoche las mujeres reunidas en la iglesia del pueblo se vistieron con ropas masculinas.Y así empuñando fusiles se apoderaron del Cabildo. De allí se dirigieron, comandadas por Eulalia a la casa del Gobernador en donde se produjo un tremendo tiroteo.Omill huyó cobardemente por los fondos de su casa.
Aunque por pocas horas, Eulalia fue nombrada Gobernadora constituyéndose en la primer mandataria del país.
_¡Qué gran mujer Eulalia!Trinidad siempre estuvo orgullosa de ella. Recuerdo que antes de morir me escribió alabando las dotes de su hija mayor.
_Y hablando de mujeres de carácter ¿sabes algo de Macacha?_Lorenza se refería a Macacha Gûemes_Estamos distanciadas.
_Quiero mucho a Macacha aunque nuestras ideas políticas nos separan.Ella defiende con ferocidad los principios de la Federación. Lo último que supe de ella es que sigue al frente del partido político que tiene como principal objetivo defender la soberanía de la Patria.Creo que se llama “Patria Vieja”
_Es increíble como ayudó a Martín en la guerra de la Independencia.
._Y te acordás con cuanta osadía defendió a su marido,preso en Famatina,por ofender al sargento Pacheco. La muy loca no paró hasta conseguir que Román volviera a su puesto de Capitán,a su ciudad y a su lado.

_Eso no es nada comparado a aquella vez que estando al mando de un destacamento organizado por Martín para defender la frontera de los realistas, los gauchos empezaron a retroceder ante el enemigo.Entonces ella les gritó:”cobardes, vean como pelean las mujeres en mi tierra”, empuñó su lanza y a todo galope se enfrentó a las tropas realista
_Los gauchos avergonzados la siguieron y derrotaron a los invasores.
_Macacha como vos, sufrió muchísimo con la muerte de su hermano.
_Pobrecito cuánto padeció antes de morir
_Y ella siempre a su lado asistiéndolo.
_Cuando regrese a casa le voy a escribir. Estuve mal en alejarme de ella. Entre nosotras la distancia nunca fue un obstáculo para fomentar la amistad, una amistad que es fuente de consuelo.
_Haces bien Lorenza. En estos tiempos turbulentos las mujeres que luchamos contra la insensatez y la soberbia de los gobernantes que se niegan a escuchar la voz de la oposición debemos estar más unidas que nunca para hacerles entender que sólo el diálogo y la renuncia a los propios intereses podrá hacer de esta Tierra una Patria soberana,digna herencia para nuestros jóvenes.
_Y no te olvides del respeto a nuestros derechos que ellos pisotean arbitrariamente.
_Por eso mismo estamos juntas esta tarde, tratando de poner a salvo a esta pareja que se enfrenta a un poder político opresivo.
_De eso nos puede dar cátedra Juana_reflexionó Lorenza mientras se servía otra copita de licor.
_¿A que Juana te referís?Somos amigas de Azurduy y de Moro.
_A  Juana Azurduy y a su marido Manuel Padilla.Combatieron codo a codo en el Ejército del Norte al mando de Belgrano contra esos miserables españoles enfrentando derrotas y triunfos,soportando que se les confiscaran sus propiedades,sus cosechas,sus ganados...
_¡Pobre Juana!Cuántos sacrificios soportó por participar desinteresadamente en la lucha por nuestra emancipación de un reino que nos aplastaba,nos oprimía, impidiéndonos crecer,madurar._se exasperó Mercedes
_¡Qué afortunada fue también!¡Cuánto la amó su marido!
_Si dio la vida por ella cuando la rescató en la Batalla de la Laguna al ser herida en combate.
_Juana lo sigue llorando aún hoy, después de tantos años.
_Un amor así es difícil de encontrar. Juana me contó que juró sobre su tumba vengarlo.Por eso se unió a Martín Gûemes, para continuar en las guerrillas.
_Ahora está en Salta, solicitando al gobierno boliviano sus bienes confiscados. ¿A vos te parece que una mujer que lo dio todo por la Patria tenga que rogar hasta la humillación por lo que le pertenece? Me hierve la sangre ante tamaña injusticia
._Justamente ayer recibí una carta de ella.La pensión que le otorgó el general Sucre es una vergüenza, apenas le alcanza para comer y ella que es  tan orgullosa se niega a que sus amigas la ayuden.
_Ya veré de qué manera le hago llegar algún dinero sin que se entere de su procedencia.
Y así continuaron planificando, recordando, y casi sin darse cuenta, creando una red de mujeres valientes, audaces, dispuestas a entregarse en cuerpo y alma en pos de sus ideales, amantes de sus familias, fieles a sus creencias.Mujeres que amaron a sus hombres, muchas veces pagando un alto costo del que no se arrepentían.Mujeres rebeldes que buscaron su lugar en una sociedad pacata, rompiendo reglas y costumbres puritanas. Mujeres con alma de Patria, una Patria pujante y briosa.





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