Novelas en capítulos y cuentos cortos

martes, 29 de septiembre de 2015

LA CABECITA NEGRA Cap 21

Las amigas disfrutaban de una agradable tarde soleada en una plaza céntrica. Les encantaba reunirse para compartir los últimos chimentos.
_ Parece mentira que ya haya pasado un mes de mi casamiento _ suspiró enamorada Alma.
_ Y por fin pudimos hacernos un huequito para reunirnos. No saben las ganas que tenía de verlas _ les confió Alejandra.
_ Nosotras nos vemos todos los días en la pensión, pero apenas puedo saludar a Alma. Doña Amparo no me saca los ojos de encima, me persigue como un perro rabioso._ se quejó Gloria, la muchacha del conventillo _ Está que "trina" con lo del casorio.
_ ¡Vieja bruja! Estoy segura que si pudiera me clavaría un puñal por la espalda. ¡Esa mujer me odia!
_ Y también ...¡cómo se te ocurre sacarle a su hijito adorado!_ se rió Alejandra y Gloria la imitó.
_ Contanos de una buena vez que pasó en tu primera noche con el Esteban_ la apuró Gloria.
_ ¡Che!, eso no se cuenta_ se ruborizó Alma.
_ ¡Cómo que no!, somos tus amigas, a nosotras tenes que contarnos tooodooo _ le puntualizó Alejandra.
_ Es que me da vergüenza...
_ No te hagas rogar Alma, ¡contá!
_ Esta bien...está bien...Fue muy dulce conmigo, yo nunca había estado antes con un hombre, estaba nerviosa.
_ ¿Vos, nerviosa? No te creo _ la aguijoneó Alejandra que la conocía como nadie.
_ Mirá que sos bicha Jandra. Sí, estaba muy nerviosa. Una cosa es dejarse besar y que te manoseen un poco y otra cosa es acostarte con un tipo. _ Se defendió ofendida.
_ Dejate de dar vueltas y seguí contando _ Gloria estaba desesperada.
_ Nos encerramos en la habitación, todo oscuro salvo la luz tenue de un velador. Me desvistió lentamente mientras me besaba por todo el cuerpo...
_ ¡Madre mía!, estoy transpirando...
_ ¡Gloria!, no interrumpas. Alma, seguí.
_  Después él se quitó la ropa y nos tiramos en la cama,uno pegado al otro...lo demás pueden imaginárselo.
_ ¿Cóoomoo?, no nos dejes así, ¡contanos más! _ Gloria estaba desilusionada.
_ ¿Te gustó Alma?
_ Sí Alejandra, fue un momento maravilloso.
_ Me alegro por vos Alma. Espero que Esteban te quiera como vos te mereces, te respete y te defienda de esa vieja bruja.
_ Alejandra, ¿no le vas a preguntar nada más? Yo quiero saber todo lo que hicieron...
_ ¡Basta Gloria!, tenemos que respetar la intimidad de Alma.
_ Está bien_ refunfuñó no muy convencida.
_ Alma, ¡así que el Laureano está viviendo con el César?, ¿Cuándo llegó a Buenos Aires?
_ ¿Quién te lo dijo, Jandra?
_ Gloria.
"Lengua larga", pensó Alma contrariada, "No puede guardar un secreto".
_ Hace un mes que está en Buenos Aires. El César lo está ayudando a buscar trabajo.
_ ¿Qué hizo cuando se enteró que te casaste? El estaba loquito por vos.
_ Puso cara de "carnero degollado" y como dice el tango..."casi se le pianta un lagrimón"
_ ¡Qué mala Alma!, pobre muchacho.
_ Chicas, tengo una gran noticia que darles
_¡Alma!, ¿estás embarazada? _ gritaron al unísono Alejandra y Gloria.
_ No,todavía no.
_ ¿Entonces?
_ La semana que viene llegan mi máma y mis hermanas. Estoy tan feliz. Por fin juntas.
En un lugar no muy distante, dos hombres se sostenían la mirada, tratando de adivinar el pensamientos del otro. Laureano lucía intranquilo, su mano temblaba cada vez que levantaba la taza de mate cocido para llevársela a la boca.
_ Dejá de fusilarme con la mirada, ¡me vas a ojear! _ se atrevió a decir Laureano.
_ Dejate de pavadas y contame como te fue en el laburo _ le dijo cortante.
Hacía unos días había empezado a trabajar como personal de limpieza en la fábrica de galletitas Bagley, gracias a un contacto del Laucha.
La fábrica estaba ubicada en Barracas, sobre la Avenida Montes de Oca. Se estableció en esa zona por ser los terrenos de bajísimo costo, desvalorizados luego de la epidemia de fiebre amarilla.
_ La escoba no es para mí César, ¡no doy más del dolor de cintura!
_ Mirá que habías sido maricón vos _se burló César.
_ No me insultés...me la paso barriendo y pasando el trapo casi doce horas seguidas. El patrón quiere que todo reluzca, ni una pelusa quiere ver tirada...¡hijo de puta!
_ No protestes que por lo menos tenes trabajo, ¿sabes la cantidad de desocupados que hay? Familias que apenas tienen para darle de comer a sus hijos, sino fuera por las ollas populares...No es fácil abrise camino en la Capital, nosotros tuvimos suerte.
_ Yo soy el que tiene que agradecer todo lo que haces por mí sin merecerlo. Cuando me acuerdo de lo que estuve a punto de hacer...se me cae la "jeta" de vergüenza, amigo.
_ Lo pasado, pisado. Además, vos no tuviste la culpa. El cura te embrolló y vos confiaste en él. No hablemos más del asunto, terminá el mate cocido y vamos para el bar a tomarnos una hesperidina y a jugar un partidito de billar.
Sin embargo, los recuerdos traicionaron a César, llevándolo a la misteriosa noche en que se encontró con Laureano, su amigo de la niñez y con el que había compartido tantas salidas clandestinas en la adolescencia.
No fue menor la sorpresa de Laureano cuando recibió la trompada de César que le rompió la nariz.
_ Laureano, ¿qué carajo estas haciendo?
_ ¡Mierda, César!, me partiste el "naso", ¡madre mía, cuánta sangre!_ lloraba
_¡Cagón!, ¡traidor!_ César estaba descontrolado.
_¿Traidor? No te entiendo, yo sólo vine a buscar un bolso para el padrecito Juan. Una donación secreta,me dijo. ¡Uy!..¿no tenés un pañuelo por casualidad?
_¡El padre Juan! ¿Y que pito toca ese pollerudo en todo este asunto?
















2 comentarios:

  1. He leido tu escrito, realmente entretenido y muy bien llevado, por supuesto que al llegar aquí me ha dejado con sabor a querer mas. Mis felicitaciones.

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  2. Atrapante historia , muy conmovedora y en momentos divertida .
    Que buena escritora ! Espero ansiosa el próximo capitulo .

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