Novelas en capítulos y cuentos cortos

miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA CABECITA NEGRA Cap18

César se enteró a la mañana siguiente del arresto de don Romualdo. Sus compañeros estaban reunidos en el portón de entrada de la compañía eléctrica.
_ Esta madrugada cayó la cana en su casa y se lo llevaron a la rastra, apenas lo dejaron vestirse. La mujer está desesperada_ le contó uno de sus amigos, el Laucha.
_ ¡Mierda!, ¿que hacemos muchachos?
_ Tranquilo Cabeza_ apelativo cariñoso con que lo bautizaron sus compañeros por ser provinciano_ No te calentés que nos vamos al carajo_ le aconsejó el Polaco.
_ Nos tienen fichados. Tenemos que tener cuidado con lo que hacemos o decimos. ¡Dios!, que no cante el Romualdo, sino estamos acabados._ rogó el Colorado.
_ ¡Qué decís! El Romualdo es de fierro, antes que mandarnos al frente se corta la lengua_ lo defendió César.
Los días se sucedieron sin tener noticias del amigo detenido.
Comenzaron a circular rumores acerca de muchos ciudadanos desaparecidos, arrestados por la policía en sus domicilios o en sus puestos de trabajo. Esto no hizo más que aumentar el temor de César con respecto al destino de don Romualdo.
Una noche, cuando Alma estaba preparando la cena, se sobresaltó por unos golpes en la puerta de su cuarto.
_ Soy el Laucha, abrí Alma, necesito hablar con tu hermano. ¡Es urgente!
El hombre estaba destruido, tenía los ojos inyectados de sangre y las manos le temblaban.
_¡Laucha!, ¿qué paso?_ César, acongojado, lo hizo sentar y le sirvió un vaso de ginebra.
_¡Lo liquidaron, Cabeza!, ¡liquidaron al Romualdo!
_ ¡Quueee!! ¡Uy Dio', no,no!! _ gritó con desesperación.
_ Hace un rato uno de los hijos de Romualdo se apersonó en mi casa y me lo contó_ de un trago se bajó la ginebra_ Necesitaba ésto, che, no sabes el frío que tengo.
_ Bueno,pero ¿cómo fue?_ preguntó Alma angustiada.
_ Lo fusilaron.
_ No jodás.
Es como te digo, Cabeza. Lo fusilaron con otros detenidos.
_ Pero, pero...¿por qué lo fusilaron?_ Alma estaba desconcertada. ¿En qué lío político estaba metido su hermano?, ¿corría él también peligro?.
_ Lo mataron por anarquista, ¡por defender los derechos de los laburantes! Nosotros nos deslomamos mientras los de arriba se hacen más ricos. Por eso lo asesinaron Alma, ¿entendés el puto por qué?_ explotó César._Y el cuerpo, ¿se lo dieron a la viuda?
_¡Que va! Lo tiraron en la fosa común de la Chacarita. A la esposa le notificaron que por traidor, su marido no se merecía ni velatorio ni tumba propia. ¡Hijos de puta!
_¡Pobre mujer, cuánto sufrimiento!_ se lamentó Alma.
_ Eso no es todo, César. También detuvieron al Colorado y al Polaco.
_ Nooo...
_ Cabeza, por favor mantené la calma. Parece que el asunto va en serio. Todos estamos en la mira, la cana nos tiene calados. Tenemos que ser prudentes y a lo mejor zafamos.
_ ¿Quién te pensás que soy, Laucha? ¡Un cagón! ¡No! Voy a seguir luchando por nuestros derechos...y si quieren fusilarme, ¡que lo hagan!, ¡milicos de mierda!. Nadie me va a tapar la boca.
_¡Santa Madre de Dios! No digas esas cosas César, si la máma te escucha te cruza la cara de un sopapo.
_ Alma, vos no te metás.
_ Me meto todo lo que quiero. Hacele caso al Laucha, tranquilizate y pensá un poco, vos siempre te la das de inteligente.
_Tiene razón tu hermana. Callarse no es de cobarde. No vamos a renunciar a nuestra lucha, la vamos a suspender hasta ver que pasa con esta dictadura del carajo...no puede durar para siempre, el General Uriburu prometió elecciones para el año que viene.
_Y vos le crees? Él es el traidor a la Patria no don Romualdo_ César, como un niño pequeño, comenzó a llorar desconsoladamente.
Alma lo consoló. Era desgarrador ver a su hermano en ese estado.
_¡César, César!, si te matan que va a ser de nosotras. Vos sos el hombre de esta familia. Todas dependemos de vos.
_ Lo importante es mantenernos unidos y vigilantes, ¿de acuerdo César?
_ Esta bien Laucha, si bajo la cabeza es por mi vieja, ya sufrió demasiado la pobrecita.
_ Ahora me voy, espero no me june alguna patrulla.¡Ah!, casi me olvido, tomá Cabeza, me lo dio la tana para vos cuando entré_ César creyó morir,"¡qué día de mierda!, ¿nunca va a terminar?", pensó con furia.
_ ¿Escribió la Mati?, ojalá no le haya pasado algo malo a la máma.
_ No es de la Mati.
_ Y entonces, ¿de quién es?_se intrigó.
_ De un hijo de puta que me está amenazando.
_ Pero...¿por qué?
_ Es un cuento muy largo y hoy no tengo ganas de contarlo, me voy a dormir...si es que puedo.
_ ¡Ah no querido!, vos no me dejas con este entripado.
_ Alma,mirá que sos pesada...Está bien te voy a contar, pero jurame por la vida de la máma que no se lo vas a decir a nadie, ni siquiera a ese noviecito tuyo.
_ Te lo juro.
_ Servime otra ginebra, tengo que estar entonado para contarte lo que esta pasando.
La sensación de fuego que le produjo el aguardiente lo reconfortó.
_Yo supe desde un comienzo quién mató a la Amanda.
_ ¿Coooómo?, ¿quién fue?
_ El Lobizón, Pedro Machuca, nuestro capataz. Lo supe cuando ni bien vi el cadáver de la Amanda. La soga que tenía atada en el cuello tenía el mismo nudo que Machuca solía hacer en los cordeles de cuero que usaba para fabricarse los rebenques que le gustaba usar para provocarnos, ¿te acordás?. No se lo dije al Comisario porque sabía que no me iba a creer, él lo estima al Lobizón y además como es el hombre de confianza de don Eduardo...En fin, no le tuve confianza al Comisario por eso no le dije mi descubrimiento.
Una noche me fui pa' el rancho de Machuca, estaba en la puerta, despidiéndose de su vieja.
_ ¿No te vieron?
_ Me escondí atrás de un bosquecito de árboles que está muy cerca del rancho. Espere que se alejara y lo seguí montado en el Colorado. La oscuridad me ayudó. Después de una hora, más o menos, lo alcancé. Al principio se sorprendió, cuando vio el cuchillo se asustó...
_¡César, lo mataste!_ Alma pegó un salto tirando la silla en la que estaba sentada.
_ Sí, lo maté. Lo maté sin asco. En su bolso encontré cuatro fajos de billetes que me los guardé.
_ Bien hecho_ lo aplaudió Alma._ Actuaste como un hombre de ley, te felicito.
_ Hace un tiempo me llegó una nota de alguien que me decía que estaba al tanto de lo que pasó esa noche. Pero eso es imposible, estábamos solos...era una noche cerrada...
_ ¿No será el fantasma del Lobizón? ¡Cruz diablo!_ Alma se persignó tres veces para ahuyentar a los malos espíritus.
_¡ Burra!, los fantasmas no escriben. El mensaje que me dio el Laucha recién es peor.
_ ¿Qué dice?_ Alma le arrancó la nota de las manos y leyó atropellada_"Te sigo vigilando Galarza. Sé que tenés mi plata. La quiero de vuelta en mi bolsillo. Ya te voy a explicar como vas a hacer para devolvérmela y mejor que lo hagas sin trampas. ¡Está linda tu hermana! Cuidala, te conviene".
_ ¡Es el Lobizón!Entonces no se murió el muy degenerado.
_ Te digo que lo dejé bien finado, ¡no!...no es Machuca, pero, ¿quién será?
_ ¿Qué vamos a hacer César? Tengo miedo.
_ Tranquila, yo te voy a cuidar. Confiá en mi, nada malo nos va a pasar.