Novelas en capítulos y cuentos cortos

jueves, 14 de julio de 2016

ALAS PARA UNA ILUSION, Cap 26

"Nuestras ilusiones no tienen límites, probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde".  René de Chateaubriand



La hermana Victoria acompañó a Lina hasta una pequeña y húmeda habitación de mobiliario espartano: un catre provisto de sábanas bastas y un cobertor de lana, un reclinatorio, un escritorio pequeño y una silla.
_ Esta es tu celda. Espera aquí, dentro de unos minutos vendrá la hermana Milagros con el hábito que deberás usar _ y desapareció dejándola sola con sus pensamientos.
"Hoy comienza una nueva vida para mí. Estoy feliz y esperanzada. ¡Hermana Elisa, cuánto me gustaría tenerte a mi lado en este momento! Lupe y Ana no comprenden mi vocación. Sólo Dios sabe de mis enormes deseos de dedicar mi vida a la oración y a la contemplación. Como una vez me dijo el padre Francisco: La presencia de la Virgen María impregna toda la vida de la Carmelita. El lema de esta congregación es: "Orar, Trabajar y Reír.
En ese instante supe con certeza que ese sería el sentido de mi vida.
La Virgen siempre ha escuchado mis ruegos, en el lecho de muerte de nuestra madre, durante nuestra estadía en el orfanato. Siempre nos protegió, aunque Lupe se niegue a aceptarlo. Fue la Virgen la que puso en nuestro camino a la hermana Elisa y a Ana. Ellas nos prodigaron protección y amor. ¡Que hubiera sido de nosotras sin esas mujeres increíbles!".
_ ¿Interrumpo? _ la voz amable la sobresaltó._ ¿Rezabas?
Una monja joven y de aspecto agradable la observaba con curiosidad.
_ No, simplemente pensaba en...
_ Sí, un nuevo mundo se abre ante ti _ la interrumpió _ Mira, este es tu hábito. Quítate esa ropa mundana...yo te ayudaré _ se ofreció con amabilidad.
Despojada de su elegante vestido de crepé azul, la monja la cubrió con una túnica de color marrón que sujetó con una correa. Encima de la túnica colocó un escapulario también marrón.
_ Sólo resta el velo, pero antes debo cortar tu cabello _ como por arte de magia relampagueó en sus manos el brillo de una tijera. Creyó notar una malévola satisfacción en la mirada de la monja, pero enseguida desechó esa idea. "Imposible".
Largas guedejas de cabello cobrizo cayeron sobre el piso de la celda. Lina no pudo evitar una naúsea. El recuerdo de Lupe rapada en el orfanato, asumiendo una culpa que no le pertenecía cayó como un rayo sobre ella.
Palpó su cabeza con mano trémula.
_ Debemos renunciar a toda vanidad, y ésto _ dijo señalando los bellos rizos _ es sólo vanidad.
Con prepotencia le ocultó el cabello agredido bajo un velo de tela de algodón blanco.
_ ¡Lista! La Madre Concepción nos aguarda. Vamos, date prisa _ le ordenó perdiendo la gentileza inicial.
La Priora dio su visto bueno a la apariencia de Lina.
_ Hermana Catalina _ comenzó.
Lina se asombró al escuchar su nombre, un nombre ya olvidado...
_ ¡Hermana Catalina! _ repitió al notar la contrariedad reflejada en el rostro de la joven _ Así te llamaremos. Debes ser capaz de vivir en soledad y estar abierta a la intimidad con Cristo, buscando en la Oración y en la mortificación tu participación en la obra redentora _ Lina, sin comprender, asintió.
_ La hermana Milagros es la encargada de las novicias _ continuó la priora _ Ella velará por ti y a ella, además de a mí, le deberás obediencia. En esta Santa Casa no se tolera la rebeldía, no existe la opinión personal, sólo se obedece, ¿has entendido?
"Palabras muy duras", pensó la joven.
_ Perfecto. Pueden retirarse y Hermana Milagros, llévala a la cocina para que coma algo, explícale los horarios y luego ponla a trabajar. Como bien sabes, el ocio oscurece el espíritu _ las despidió para continuar enfrascada en su lectura, "Apotegmas de los Padres del Desierto".
En la cocina, un ambiente amplio y calefaccionado por dos grandes cocinas económicas, se sentaron en unos largos bancos de madera que se ubicaban a lo largo de una mesa de algarrobo. La monja cocinera, rolliza y rubicunda, les sirvió un mate cocido muy azucarado con galletas saladas sin mediar palabra.
_ Gracias hermana Margarita _ se limitó a decir la hermana Milagros _ Toma antes de que se enfríe. Esta será tu única comida hasta el desayuno de mañana,
_ ¿No almorzaré?

_ No, hoy comienza tu ayuno de purificación que se extenderá por tres días. Una vez al día podrás tomar algo caliente con pan o galletas _ dijo mientras observaba escandalizada como Lina devoraba las galletas. "¡Por qué no habré cenado anoche!", se lamentó la muchacha.
_ Nos levantamos a las 5 _ continuó
A las 5.30 rezamos Laudes; 6 hs, Eucaristía, 7hs, desayuno; 8hs, rezo de salmos; 9hs, trabajo. Tú limpiarás los baños y fregarás los pisos de los distintos corredores y de los dormitorios. A las 11.30hs, exámen de conciencia: 12hs, almuerzo y descanso hasta las 15hs, momento en que rezamos Nona; 16hs, trabajo; 18hs, lectura espiritual; 19hs, Vísperas; 20hs, cena; 21hs, recreación; 22hs, descanso. Ya te lo daré por escrito para evitar contratiempos. No tolero la impuntualidad.
Lina se tranquilizaba pensando, "Ya me acostumbraré y esto será el Paraíso".
Nunca se equivocó tanto...







No hay comentarios:

Publicar un comentario